SHARE NOW siempre ha sido algo más que un servicio de alquiler de coches. Desde 2009, cuando aún se llamaba car2go, la empresa ha sido responsable del desarrollo fundamental del carsharing comunitario y ha creado un nuevo tipo de concepto de movilidad.

Antes de 2009, el carsharing estacionario era el statu quo. Algunos lo llaman carsharing 1.0, pero muchos se sorprenden al saber que esta forma de carsharing estacionario está presente en Alemania desde 1988.

Nacidas del movimiento ecológico en algunas partes de Europa, organizaciones como Cambio, con sus estaciones "stadtmobil", Greenwheels, e incluso Deutsche Bahn con su servicio Flinkster, ya estaban en el negocio de compartir coches en estaciones fijas. También había empresas más pequeñas, normalmente con flotas de vehículos reducidas.

Con el carsharing estacionario, también conocido como carsharing basado en estaciones de alquiler, los coches se distribuyen por una ciudad o pueblo en plazas de aparcamiento permanentes, a menudo en centros de alquiler. Es preciso reservar los vehículos con antelación a través de una página web o una app, y los conductores suelen contribuir a los costes de adquisición y mantenimiento pagando una cuota de entrada y/o una contribución mensual.

Si los clientes (o miembros) quieren utilizar esta modalidad de coche compartido, normalmente tienen que especificar el tiempo exacto de uso y el coche deseado e ir a una estación de alquiler fija para recoger el coche. El coche debe ser devuelto a la misma estación al final del viaje.

Los servicios de carsharing basados en estaciones siguen existiendo hoy en día, pero el mercado ha evolucionado y el carsharing flexible ha ganado terreno.

La principal diferencia entre el carsharing fijo y el flexible es la mayor flexibilidad. El carsharing moderno ofrece tarifas por minuto y por hora para alquileres más cortos y flotas de vehículos más grandes con diferentes modelos. Asimismo, representa el fin de las estaciones de alquiler: con el carsharing libre, los viajes pueden empezar y terminar en cualquier lugar de la zona operativa.

Los precios también son más flexibles y suelen consistir en tarifas basadas en el tiempo -que pueden ir desde un minuto hasta 30 días- más un pequeño recargo por kilómetro recorrido. El combustible y el seguro están incluidos en el precio, y no hay cuotas mensuales ni suscripciones de pago. Tampoco hay que preocuparse por un depósito.

Es por estas razones que muchos en la industria se refieren a servicios como SHARE NOW a un "concepto de movilidad" más que a un simple servicio de alquiler de coches. Es el carsharing 2.0.

Si eliminamos el concepto de estaciones de recogida y entrega, se abre todo un nuevo mundo de conducción espontánea. Con SHARE NOW, por ejemplo, los coches pueden recogerse en cualquier lugar con solo el smartphone.

Para viajes más largos o para cubrirte las espaldas, puedes seguir reservando con antelación, normalmente con extras añadidos como la opción de viajar a otros países o incluso que te entreguen el coche en casa con el depósito lleno.

La segunda gran diferencia en términos de flexibilidad es que ya no tienes que decidir por adelantado cuánto tiempo quieres o necesitas un coche. ¿Un viaje de 10 minutos se convirtió en una aventura de dos días? ¡Ningún problema! Los usuarios de carsharing tienen total libertad para decidir cuánto tiempo quieren quedarse con el coche y pueden terminar el periodo de alquiler de manera espontánea. A diferencia del alquiler de coches tradicional o de los coches compartidos en estaciones, no hay penalizaciones por exceder el periodo de alquiler.

Solo se cobrará el tiempo de uso, es decir, pagas por el tiempo que conduces el coche y la distancia que recorres – nada más. Este enfoque fundamentalmente nuevo es la razón por la que los expertos en movilidad y los habitantes de las ciudades se están pasando a los servicios de carsharing y el innovador concepto de movilidad sigue creciendo en toda Europa.