Mito nº 1: El carsharing es sólo para viajes cortos

Quizá la idea errónea más común sobre el carsharing es que sólo es adecuado para viajes cortos. Si bien es cierto que el carsharing es muy cómodo para viajes cortos, también se ha adaptado para viajes más largos e incluso para vacaciones. Además de pagar por minutos, muchos proveedores ofrecen tarifas por horas y días, o incluso paquetes mensuales, que permiten utilizar sus coches durante periodos más largos. Esto lo convierte en una excelente alternativa a un viaje de larga distancia en tren o incluso a un vuelo de corta distancia. Si buscas ideas de escapadas únicas y quieres disfrutar del viaje, consulta nuestras excursiones desde Madrid.

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Mito nº 2: El carsharing sólo funciona en zonas urbanas

Otro concepto erróneo sobre el carsharing es que sólo está disponible en zonas urbanas. Aunque es popular en las grandes ciudades, también está disponible en pueblos más pequeños. Tampoco hay obligación de permanecer en la "zona operativa" de la ciudad, puedes viajar a otras ciudades o incluso a otros países. Por supuesto, hay ciertas normas y reglamentos sobre dejar el coche en determinadas zonas. Al fin y al cabo, las empresas de coche compartido no están por encima de la ley y no están exentas de las normas (o multas) de aparcamiento.

Mito nº 3: El carsharing es más caro que tener coche propio

Un malentendido común es que los servicios de carsharing son caros. La gente suele pensar que el coste y el esfuerzo son mayores que tener un coche propio. Sin embargo, si tienes en cuenta el coste de comprar, mantener y asegurar el coche, así como el mayor coste del combustible, el carsharing puede ser mucho más barato si sólo necesitas conducir ocasionalmente. Comprar o alquilar una plaza de aparcamiento o garaje es otra cosa de la que no tienes que preocuparte cuando decides renunciar a tu propio coche.

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Mito nº 4: El carsharing no es práctico

A menudo se cree que con carsharing sólo puedes recoger y dejar el coche en determinados lugares. En realidad, muchas empresas de carsharing operan en distintas zonas, a veces llamadas "zona operativa", donde puedes empezar o terminar fácilmente un alquiler. El acceso a los coches también es muy sencillo, ya que la mayoría de las veces las llaves ya están dentro del coche, en la guantera, por ejemplo. En otros casos, dependiendo de las marcas de coches y de la tecnología que lleven, las empresas de carsharing pueden incluso habilitar llaves de aplicación (API de llave digital del coche) que permiten a los usuarios bloquear y desbloquear su coche a distancia directamente desde una aplicación móvil en su smartphone.

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Mito nº 5: El carsharing no es seguro

Otro mito popular es el aspecto de la seguridad del carsharing. Igual que no se te ocurriría conducir tu propio coche sin seguro, lo mismo ocurre con un coche compartido. Desde el momento en que inicias tu alquiler, estás asegurado cuando conduces uno de los vehículos de la flota. En general, la flota está formada por los últimos modelos de coches, equipados con numerosos elementos de seguridad para cumplir los requisitos de seguridad actuales. Otra característica de seguridad es que tampoco tienes que preocuparte por el pago, ya que todo se gestiona en la aplicación, donde puedes controlar fácilmente tus gastos y ver las facturas de viajes anteriores.