Los servicios de reparto se han convertido en una parte esencial de la vida cotidiana de los habitantes de las ciudades. Ya se trate de la entrega de comidas, paquetes o la compra, cada vez es más frecuente que los artículos se entreguen directamente en la puerta de casa. Los servicios de carsharing pueden ofrecer una forma cómoda y rentable de transportar sus mercancías. Al alquilar un vehículo solo durante el tiempo que dura la entrega, las empresas de reparto pueden evitar la compra y el mantenimiento de un vehículo de reparto, al tiempo que reducen su huella de carbono.

En las ciudades con gran valor turístico, el coche compartido puede ofrecer a los visitantes una forma cómoda y asequible de explorar la zona. Sin agencias de alquiler que localizar y sin colas, los turistas y visitantes de todo tipo pueden simplemente alquilar un coche los días en que tengan prevista una visita concreta, ahorrando un tiempo valioso que pueden dedicar a sus vacaciones. Además, al ofrecer una variedad de modelos de vehículos, los servicios de carsharing pueden satisfacer las distintas necesidades de la clientela turística, tanto si exploran la ciudad como si se embarcan en un viaje panorámico por carretera.

Probablemente te hayas encontrado en una situación como ésta: estás con colegas o amigos y necesitas un taxi para cruzar la ciudad. A menos que estés en un taxi londinense, el número máximo de pasajeros para un taxi normal en la ciudad suele ser de cuatro. Aquí es donde el carsharing puede ser realmente útil. Como una de las 5 personas del grupo será sin duda el conductor, podréis viajar mágicamente juntos. Otra ventaja es que un viaje en carsharing es en la mayoría de los casos más barato que un viaje en taxi. De ahí la ventaja de pensar con originalidad.