La mayoría de los conductores estarán familiarizados con el concepto de profundidad y agarre de los neumáticos, pero los neumáticos de invierno tienen una construcción mucho más compleja que la de los surcos más profundos. Las ruedas de invierno están hechas de un compuesto con un mayor porcentaje de caucho natural que los neumáticos normales, lo que les da una estructura más blanda y más agarre en condiciones resbaladizas. Estos neumáticos se adaptan a las condiciones de humedad mucho mejor que los neumáticos normales, pero también están hechos para el hielo y la nieve. Las ranuras están diseñadas para llenarse de nieve en condiciones difíciles. Aunque parezca contradictorio, la nieve agarra como ninguna otra cosa. Este diseño también ayuda a los neumáticos a expulsar el agua para reducir el riesgo de aquaplaning.

Para cambiar los neumáticos de invierno, la mayoría de la gente acude a un taller para que los cambie un mecánico profesional. En Alemania, los neumáticos de invierno deben tener una profundidad de dibujo de al menos 1,6 mm. En Austria es de 4 mm. Los neumáticos de invierno más nuevos llevan el "símbolo de los Alpes", que parece una montaña con un copo de nieve, para certificar que pueden utilizarse como ruedas de invierno legales. En Francia, no hay una profundidad mínima de la banda de rodadura, pero los neumáticos de invierno deben estar homologados para aguanieve y nieve según las tarifas oficiales. Estas ruedas a menudo parecen piezas de recambio, sin tapacubos ni llantas de aleación; al fin y al cabo, no quieres que tus brillantes llantas queden maltrechas por la nieve y la arena, ¿verdad?